Dental Phantom de Eduard Oswald Fergus
¿ Te has preguntado alguna vez como practican los futuros dentistas los empastes o extracciones antes de hacerlo en la boca de un paciente real ? Pues con un Dental Phantom.
En fin, sería un poco peliagudo ser el primero en probar la pericia de un estudiante que solamente ha visto teoría y que no ha “hecho manos”.
Eso mismo pensó Eduard Oswald Fergus, siglo XIX que inventó un artilugio para poder practicar en una primera etapa. Lo llamó ” Dental Phantom” o Fantasma dental.
El artilugio consistía en una barra metálica y dos mandíbulas de latón a las que se podían asegurar los dientes. Además el fantásma de Fergus podía estar tanto en un laboratorio como colocarse en el respaldo de del sillón ajustable del dentista para hacer un uso más parecido a las condiciones en las que el estudiante tendría que trabajar posteriormente.
A partir de ahí, la cabeza fantasma se ha ido mejorando, pero sigue siendo parte esencial de la enseñanza en la profesión.
Algunos modelitos antiguos la verdad es que parecen de película de terror. ¿Que les parece este de 1930?, tiene sus caries y sus empastes de oro y unos pequeños remaches en donde se podía sujetar una pieza de caucho o cuero, según los modelos. Así se simulaba la cara del paciente, pero francamente, ……..creo que con cara daría mucho más miedo.
Dental Phantom actuales
En la actualidad se siguen utilizando, evidentemente con mejoras tanto tecnológicas como estéticas. Pero son indispensables en la educación de los odontólogos que terminarán por manipular en tu boca y realizarte desde una limpieza hasta un implante dental.
En la siguiente foto te mostramos una sala de la Universidad de Valencia donde los estudiantes practican con un modelo actual.
Los hay con una estética más futurista como estos de una empresa japonesa,
aunque básicamente todos tienen la misma función. Sirven para aprender y ensayar las situaciones que el dentista se va a encontrar en su práctica con los pacientes.
Dental Phantom como arte
Algunos escultores han encontrado inspiración en estos modelos de la época industrial para dejar volar su imaginación y llevarnos a un mundo de robots y androides. Parecen sacados de una película de ciencia ficción más que de la consulta de tu dentista………..¿ o no ?
Mira la obra de Brian Kubasko y ya nos dirás que te parece.
Creo que no los pondría en el salón de casa, pero para el despacho están genial.
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